En los infinitos arroces cabe el mundo entero. Verduras, hortalizas, carnes y pescados. El principio de todo, normalmente, es un buen sofrito. Aunque hay excepciones, como el arroz blanco con merluza y laurel.
La receta aquí mostrada lleva secreto de cerdo ibérico, muslo de pollo, panceta, judías verdes, ajos (con piel), pimiento rojo, romero fresco, caldo de ave y aceite de oliva.
En unos sencillos pasos y en la misma cazuela se van incorporando todos los ingredientes. Primero, se hace el sofrito con las carnes (cortadas en dados), los ajos y el pimiento rojo. Después se añade el arroz (previamente lavado), el caldo de ave y una ramita de romero, que hace de perfume cinegético.




Coser y cantar, tras quince minutos a fuego vivo, reposa el asunto otros cinco, ya la lumbre apagada.
